Entre el lunes 2 y el viernes 6 de diciembre, se realizó en el Monasterio el retiro anual de la comunidad de Santa María de la Epifanía. Para esta ocasión de especial recogimiento, actuó como guía y predicador del retiro el padre Juan Pablo Cabrera, sacerdote diocesano, quien realiza su trabajo pastoral como párroco de la parroquia La Milagrosa, en Armenia, Quindío. El presbítero Juan Pablo es biblista habiendo realizado estudios en Jerusalén, en el Instituto Bíblico Franciscano, obteniendo la especialidad en Sagradas Escrituras y Arqueología.

En un clima de silencio y trabajo individual, la comunidad asistió a charlas que mostraron una novena de personajes bíblicos con un agregado geográfico-arqueológico importante, las que fueron coronadas con el título de “Hombres rotos y fallidos. Modelos Bíblicos de Fracaso y Esperanza”. Ya desde el título se preveía que habría mucho material para la reflexión y meditación.
Para mantener el tiempo de mayor disponibilidad para los monjes, fue una semana sin huéspedes y las visitas fueron escasas. Con un material muy bien elaborado y expuesto, se pudo lograr el objetivo de este retiro que culminó con gran regocijo y agradecimiento al padre Juan Pablo por compartir sus conocimientos, además de la jovial manera de impartir los contenidos.
Finalizado el retiro, sin duda, los monjes podemos exclamar con el salmista: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. Fue un período de introspección y reflexión sobre sí, donde la lluvia de gracias no cesó, inundando sabiduría y Espíritu Santo nuestra existencia: Que en todo sea Dios glorificado, ahora y por siempre.